El Arte y Yo
Cuando niño en la escuela no sentía esta inclinación por las pinturas; el gusto llegó después a causa de mi hermana mayor (Verónica). Ella ingresó a la Escuela de Bellas Artes. Yo siempre la admiré, la miraba mientras amasaba la roja arcilla y empezaba a hacer sus creaciones. Su habitación olía a óleos y eso me encantaba. Un día me dijo: “Quiero que te quedes quieto. Haré una escultura tuya. ¡Te inmortalizare!”. Y yo, feliz de tamaño honor. Así que tuve que estar frente a ellas horas de horas… Aún conservo ese calco que hizo de mí. A pesar que la tenía tan cerca con todos sus instrumentos de pintura y dibujo, arcillas, etc., nunca me atreví a intentar algo propio. Fue después de muchos años que un día ella volvió a casa y me dijo: "John , yo sé que tienes talento en tus manos y quiero que lo intentes". Así que lo hice: empecé a realizar trabajos con los cofres: uno tras otro iban mejorando. Ella me enseñó la técnica del falso vitral. Tiempo después, a causa de...